Los españoles ¿tenemos swing? Tal parece, porque crece el
número de aficionados, bailarines y músicos en las principales ciudades. Es decir, el
vintage ha llegado también al baile y a la noche. Y engancha, ¡mucho!.
El swing jazz o simplemente swing nació en los años 20 en Norteamérica . Es un
estilo de jazz acompañado por la música
de las big bands que poco a poco fue
dando mayor protagonismo a grandes solistas como Louis Amstrong, Benny Goodman,
Duke Ellington, Count Basie y otros.
En los años 30 se
convirtió en el baile de “La Gran Depresión”, etapa que sucedió al gran crack
financiero de 1929. Se diversificó en el estilo lindy hop, neoyorkino y abierto en sus movimientos, y en el balboa,
de California y más cerrado, aunque también surgieron el charleston, blues, claqué…
En Madrid, la plataforma Mad for Swing aglutina las
principales escuelas donde varios miles
de aficionados aprenden y disfrutan. Además semanalmente se encuentran para
bailar swing en discotecas, salas, e incluso en algún centro social okupado, en
parques, mercados de abastos, bares de Lavapiés, o en la mismísima Plaza de
Oriente de Madrid. En esto nos parecemos a otros países europeos donde el lindy hop, el balboa y otros géneros del
swing arrasan. De hecho alguien ha hablado del Social Swing, de la red social
del swing, porque es también una forma de compartir y relacionarse con gente
nueva.
Bailando swing en el Mercado de San Fernando, Madrid |
En Barcelona, Swing Maniacs cuenta con edificio propio y
unos 3.000 asociados que deliran con el lindy
porque, afirman, sienten la
energía que desprende la música mientras se olvidan de todo lo demás en
compañía. Recientemente han abierto espacio también en Madrid.
Las caras de los aficionados
revelan que además de disfrutar
bailando, dan nuevo vigor a un estilo que manifestaba la rebeldía de los
jóvenes de aquellas décadas; es un estilo abierto a la improvisación y a la innovación y está muy lejos de la
rigidez, las reglas glam, un poco envaradas y serias de los bailes de salón. Y algo más en la estética que hace perenne al swing: se baila con ropa
y calzado cómodo.
Las escuelas de lindy, balboa y los demás estilos derivados
del swing han proliferado, no solo en
Madrid y Barcelona sino en otras ciudades como Valencia, donde existe Spirit of
St Louis, una escuela de referencia a nivel europeo, y
cuentan con miles de seguidores locos
por bailar donde se tercie.
Los precios de las clases suelen estar en 5 euros/sesión o una cuota
mensual de entre 35 y 40 euros.
Faltan más espacios donde bailar Swing
Esta afición está generando todo un sector de actividad
compuesto por profesores, seguidores, espacios, músicos y se extiende a la
escenografía e incluso al grafismo.
Crece en intensidad y
volumen, de ahí que surjan también las carencias: se necesitan más espacios
donde bailar swing.
El arquitecto Aitor Casero, del estudio Papapalagui , seguidor de lindy hop y profesor en Big
South, una de las escuelas de swing madrileñas, nos dice:
“Descubrí este tipo de baile en un viaje a Eslovenia, en 2006. Mola hacerse con un grupete de amigos con esa misma afición. Me gusta tanto que este verano de vacaciones en Portugal mi chica y yo buscamos locales en Lisboa donde se bailar swing y pasamos muy buenos momentos”.
Aitor hace hincapié en la necesidad de nuevos espacios. “Hay
escuelas que disponen de sus propios espacios pero otras los alquilan en discotecas como Ya´asta, en el Centro Gallego, el Mercado de San Fernando, la sala Galileo, bares, o incluso
las calles, parques y plazas de las ciudades, pero son insuficientes”.
Aitor Casero, arquitecto y profesor de lindy hop en Big South, Madrid |
¿Qué requerimientos tiene una sala donde se pueda bailar swing?
preguntamos a Aitor. “Depende, pero el espacio ideal que yo busco es:
-
- Unos 150 metros cuadrados, es decir, un espacio
mínimo donde puedan bailar unas 130 personas
- -
Suelo de tarima de madera. Con rebote
- -
Refrigeración, ventilación o climatización
- -
Espacio donde
pueda tocar una Big Band (se
están formando numerosos grupos constituidos por músicos )
-
- Equipo
para pinchar música”
En los siguientes espacios de Sala-mandra.es se pueden alquilar salas para bailar swing:
- El Horno
Okupaswing contra el aburrimiento
Un caso que parece llamativo es el del La Morada Centro Social Okupado,
en el barrio madrileño de Chamberí,
donde regularmente hay clases, talleres de
swing y fiestas para bailar. En su web afirman:” El Okupaswing es la
versión del Lindy Hop que se empezó a bailar en 2012 en algunos centros
sociales okupados y autogestionados de Madrid. Se caracteriza por una gran
capacidad de improvisación, selecciones de temas bailables poco ortodoxos y por
entender la técnica como una herramienta y no como un fin en sí mismo. No se
descartan próximas okupaciones para abrir grandes pistas de baile que rompan
con la monotonía y aburrimiento al que nos condena el Capitalismo en las grandes
ciudades. “Si no puedo bailar, no es mi revolución” decía con razón la
anarquista Emma Goldman”.
En la azotea del CSO La Morada, Madrid |
Donde aprender a bailar swing
Para terminar, y para que os animéis a ello, os
dejamos una relación de escuelas de swing en Madrid:
- Big Mama
Adictos al swing
Y unos videos:
Madrid, Swing Festival 2014
Concurso de swing ´celebrado en la sala Yastá
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